La colección Cuadernos Heterodoxos Toledanos surgió de la necesidad del autor de dar a conocer los estudios simbólicos llevados a cabo en los monumentos que considera trascendentes. Periodicamente surge alguien que puede descifrar su argot más profundo y sabiduría para dar luz al ser humano que esté decidido a trascender su vida cotidiana.
De acuerdo con la Editorial Ledoria se convino la denominación de Cuaderno para dar este tipo de formato a las obras que componen la colección, para que su lectura sea fluida, aunque sin dejar de ser especializada, y para que su divulgación pueda llegar al máximo público posible.
Se convino, asimismo, el término Heterodoxo, con el fin de dar a conocer la otra cara de la moneda, la más secreta y esotérica, o, si se quiere, misteriosa. Se trata de un pensamiento que, sumado a lo ortodoxo, enriquece cada uno de los monumentos estudiados, para poder llegar a atisbar su síntesis o sentido verdadero.
Finalmente se convino el término Toledano, por referirse a la ciudad de Toledo, obviamente, cuyo conjunto histórico es Patrimonio de la Humanidad. Sólo hay que recordar que aquí han convivido muchas civilizaciones y pueblos por ser un punto estratégico: carpetanos, romanos, visigodos y musulmanes, hasta que, más tarde, llegaron los cristianos del norte, y convivieron en tolerancia mozárabes, muladíes, mudéjares y árabes con castellanos, francos, leoneses, gallegos, aragoneses, catalanes o navarros, sin olvidarnos del pueblo hebreo, que desde bastante antiguo sirvió de bisagra entre todos ellos. Todos ellos hicieron de esta ciudad un lugar intercultural de primer orden, jamás superado.